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Por Revisado por Andreas Zabczyk

Joyas famosas de la corona: el diamante Sancy

La piedra de Sancy
La piedra de Sancy

Introducción al Diamante Sancy

El diamante Sancy, a menudo llamado la piedra de Sancy, es una de las gemas más célebres de la historia. Este diamante de color amarillo pálido, con un peso de 55,23 quilates, tiene un pasado histórico, pasando por las manos de reyes, reinas y nobles. Se rumoreaba que portaba una maldición, y antiguamente se creía que otorgaba invencibilidad a su portador: una leyenda que es más mito que realidad, ¡pero qué buena historia! Lo que distingue al Sancy es su singular talla en forma de pera, sin pabellón y con dos coronas superpuestas. También fue uno de los primeros diamantes grandes en presentar facetas simétricas, una proeza revolucionaria en la talla de gemas de su época. Para más detalles sobre estas propiedades, explore nuestra Guía completa sobre diamantes y piedras preciosas Profundicemos en su recorrido, empezando por sus turbios orígenes.

Orígenes e historia temprana

¿De dónde proviene esta deslumbrante gema? Algunos dicen que el diamante Sancy proviene de Persia, posiblemente perteneciente al Imperio mogol, mientras que otros argumentan que su inusual corte apunta a la India. El debate sigue abierto, pero lo que sí sabemos es que apareció por primera vez en los registros históricos con Carlos el Temerario, duque de Borgoña, quien, según se dice, lo perdió durante una batalla en 1477. ¡Menudo día de batalla! Para 1570, el diamante llegó a manos de Nicolás de Harlay, señor de Sancy, embajador francés y entusiasta de las gemas. Harlay, siempre un astuto coleccionista, compró la piedra en Constantinopla y la utilizó para aumentar su estatus entre la nobleza francesa.

El Sancy en la realeza francesa

Avanzamos rápidamente hasta la Francia de Enrique III, quien atravesaba una crisis personal: la caída del cabello. Para distraer la atención de su rala corona, tomó prestado el Sancy de Harlay y lo lució como adorno en su sombrero. Los diamantes estaban de moda, y Enrique no iba a perdérselo. Cuando Enrique IV subió al trono, el Sancy asumió una nueva función: financiar su ejército. Encargó a un sirviente leal la entrega de la gema como garantía para las tropas, pero el mensajero desapareció. Se sospechó de algo ilícito hasta que una autopsia reveló el diamante en el estómago del sirviente: ¡menuda lealtad! El sirviente se lo había tragado para protegerlo antes de morir.

La realeza inglesa y el Sancy

En 1605, Nicolás de Harlay vendió el diamante al rey Jacobo I de Escocia, bautizándolo oficialmente como "El Sancy". Fue catalogado en el Inventario de Joyas de la Torre de Londres como "un fayre dyamonde, tallado en fawcetts, comprado a Sauncy". La gema se convirtió en una de las joyas de la realeza, a menudo usada como prendedor. Pero su supuesta invencibilidad no salvó al rey Carlos I, quien lo poseía antes de su ejecución. El Sancy pasó entonces al conde de Worcester y posteriormente al rey Jacobo II. Tras perder la batalla de Boyne en 1690, Jacobo II huyó a Francia y, falto de dinero, vendió el diamante al cardenal Mazarino por tan solo 25.000 libras.

El último viaje de Sancy

El Sancy permaneció en Francia hasta 1792, cuando fue robado del Tesoro Real junto con los diamantes Regent y Hope. Desapareció de la vista pública hasta 1828, cuando el príncipe ruso Anatole Demidoff lo compró por 88.000 libras. Tras su muerte, fue vendido al príncipe indio Sir Jamsetjee Jeejeebhoy por unas 100.000 libras. El rastro del diamante se pierde aquí, y su siguiente comprador y precio son un misterio. ¡Es como si el Sancy estuviera jugando al escondite con la historia!

El diamante regente
El famoso diamante Regent

El Sancy en la era moderna

El Sancy resurgió en la Exposición de París de 1867, luciendo un precio de un millón de francos. En 1906, William Waldorf Astor, primer vizconde Astor, lo compró como regalo de bodas para la novia de su hijo, Lady Nancy Astor, quien lo lució en su tiara en ocasiones especiales. La joya permaneció en la familia Astor hasta 1978, cuando el cuarto vizconde Astor la vendió al Louvre por un millón de dólares. Hoy, el Sancy puede verse brillando en la Galería Apolo del Louvre, junto al Diamante Regent, un lugar ideal para una joya tan legendaria.

Preguntas frecuentes

¿Qué es el Diamante Sancy?

El diamante Sancy es un diamante amarillo pálido de 55,23 quilates, famoso por su talla en forma de pera y la ausencia de pabellón. Es una de las gemas más famosas de la historia, propiedad de varios miembros de la realeza.

¿Dónde se originó el diamante Sancy?

Su origen es controvertido, algunos sugieren Persia y otros India, debido a su singular corte. Su primer propietario registrado fue Carlos el Temerario en 1477.

¿El diamante Sancy está maldito?

Las leyendas afirman que el Sancy llevaba una maldición, con historias de desgracias para sus dueños, como la derrota de Carlos el Temerario en la batalla. Estos son mitos, sin respaldo empírico, similares a las historias que rodean a otros... diamantes malditos legendarios .

¿Dónde está el diamante Sancy hoy?

El diamante Sancy se conserva en el Museo del Louvre de París, y se exhibe en la Galería Apollo junto al diamante Regent.

Descargo de responsabilidad: Este artículo menciona creencias sobre el diamante Sancy, que otorga poderes especiales, como la invencibilidad. Estas afirmaciones son mitos y leyendas históricas, sin respaldo científico. Las piedras preciosas no poseen propiedades curativas ni espirituales.

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